domingo, 30 de enero de 2011

Hora de Egipto, rebelión civil en el mundo árabe








Egipto: el quinto día

Por Iñigo Sáenz de Ugarte


21.30
El nombramiento de Omar Suleimán como vicepresidente ha tenido que provocar inmensos suspiros de alivio en Israel. El Gobierno israelí apuesta por la continuación del régimen de Mubarak sin Mubarak, en el caso de que su permanencia en el poder sea imposible. En realidad, lo que prefiere es el fracaso de la rebelión. Netanyahu ha ordenado a sus ministros que no hagan declaraciones públicas sobre la situación de Egipto. Es lógico. Los comentarios a favor de Mubarak sólo harían más probable su derrocamiento.
El miércoles, el diputado laborista y ex ministro de Defensa Binyamin Ben-Eliezer dijo lo que piensan todos:
I don't think it is possible [for there to be a revolution in Egypt]," Ben-Eliezer was reported as telling Army Radio. "I see things calming down soon. Israel cannot do anything about what is happening there. All we can do is express our support for Mubarak and hope the riots pass quietly.
Ben-Eliezer pasa en Israel por ser uno de los políticos que mejor conocen el mundo árabe. Ése es el nivel.
Israel se ha pasado décadas defendiendo el argumento de que una paz completa con los países árabes es imposible por el carácter dictatorial de sus regímenes. No tenemos la suerte de vivir al lado de Suecia o Suiza, solían decir a los periodistas. Todo era teatro. La idea de que una corriente democratizadora se deslice a través de los muros de Oriente Medio les preocupa muchísimo. ¿Cómo iban a aceptar los egipcios que su Gobierno colaborara con Israel en el bloqueo de Gaza? ¿Qué Gobierno se iba a presentar las elecciones con un programa que defienda mantener relaciones con Israel mientras los asentamientos convierten en imposible la idea de un Estado palestino?
Como mínimo, los principios islamistas de los Hermanos Musulmanes tendrían más peso y visibilidad en la sociedad egipcia. Serían mucho más incisivos si no se arriesgaran a acabar en una prisión. De momento, los Hermanos han mostrado muy poco interés en hacerse con el poder y han tenido un papel muy secundario en la rebelión sin hacer ningún intento por protagonizarla. Sólo han pedido un Gobierno de unidad nacional en el que estén todas las fuerzas políticas.
Israel necesita dictaduras árabes controladas por EEUU que no respondan a las ideas y revindicaciones de la gente.
Desde luego, en el futuro dirán: no podemos llegar a acuerdos de paz con gobiernos que pueden ser derrotados en las próximas elecciones. Los que vengan después pueden ser peores.
Y así, en un escenario político completamente diferente, se mantendrá la línea maestra de la política israelí: la paz es mucho menos interesante que la victoria.
20.40
El Ejército, con mucha mano izquierda, interviene para impedir un enfrentamiento entre manifestantes y policías cerca de la plaza Tahrir, en El Cairo. Casi se diría que intenta proteger a los primeros colocando los blindados como barrera.
20.30
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Obama decía, como lo hacen todos los presidentes norteamericanos, que Egipto es un aliado fiable de EEUU. Habría que decir que son los militares egipcios los que tienen que estar agradecidos. El pueblo no se ha beneficiado tanto.
En este gráfico sobre la ayuda de EEUU a Egipto desde 2001, la zona roja corresponde a la ayuda militar y la azul, a la económica. Están claras las prioridades.
17.10
Otro militar. Ahmad Shafiq (ex jefe de la Fuerza Aérea), nuevo primer ministro.
16.30
La TV pública egipcia informa que Mubarak ha nombrado vicepresidente a Omar Suleimán, jefe de los servicios de inteligencia desde 1993. El puesto estaba disponible porque Mubarak nunca se había tomado la molestia de nombrar a nadie en el cargo desde que llegó al poder.
Suleimán es una figura misteriosa para la opinión pública egipcia. No lo relacionan tanto con Mubarak porque, al menos públicamente, no se ha implicado en la política interior del país. A lo largo de años, sí ha tenido un papel fundamental en las negociaciones entre palestinos e israelíes.
El nombramiento supone un gran alivio para Washington. Ahora tiene más motivos para pedir la jubilación de Mubarak al existir una alternativa viable de continuidad. Tanto es así que no sería extraño que EEUU haya tenido una intervención decisiva en el ascenso de Suleimán.
En ese caso, podría ocurrir que, solucionado el problema de la sucesión, la dimisión de Mubarak sea cuestión de horas.
Para los jóvenes cairotas, es otro miembro más de la élite del país pero es imposible saber cómo se recibirá su nombramiento. En cualquier caso, no están pidiendo reformas, sino el fin de la dictadura. Y Suleimán ha sido en la sombra una pieza clave del régimen.
14.10
The Arabist ha sido testigo de la singular relación entre el Ejército y los manifestantes.
Going around central Cairo today, it strikes me the deployment of the army is quite meager considering the circumstances. The crowds are very pro-army, I filmed an amazing moment when a charismatic one-star general addressed the public and spoke of the importance of maintaining public order. People kept shouting, are you with or against Mubarak? He answered that his mission is making sure the looting stops, and that the issue of who governs if the people's decision, not the army's, and that government should be civilian
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Una buena medida de la credibilidad de Mubarak se mide en el número de manifestantes que ya están en la calle en Egipto. Al Jazeera los cifra en unos 50.000 en la zona céntrica cercana a la plaza de Tahrir donde hay convocada una concentración a las tres de la tarde. En Suez y Alejandría también hay gente en la calle. El toque de queda en las grandes ciudades se ha adelantado a las cuatro de la tarde. Ayer casi nadie lo respetó.
Esta mañana, el Gobierno ha presentado la dimisión, cumpliendo las órdenes dictadas por Mubarak. Ya sabemos que no es algo que vaya a impresionar mucho a la gente. Ni siquiera sabrán los nombres de muchos ministros.
Según Al Jazeera, el número de muertos desde el inicio de la crisis llega al centenar y el de heridos a 2.000.
Al igual que ayer, la gran incógnita es la actitud del Ejército. ¿Ligará su destino al de Mubarak? No hay que engañarse. El alto mando militar disfruta de los privilegios necesarios como para residir cómodamente en la élite del país. Pero si ordenan disparar sobre la gente y algunas unidades militares se niegan a hacerlo, sería el fin repentino del régimen. No habría ninguna posibilidad de un transición ordenada hacia lo que sea con el Ejército como árbitro y quizá la institución más respetada. Se puede robar durante mucho tiempo, y convertirse en el salvador de la nación si das al dictador el empujón final para que desaloje el poder.
But deploying tanks is a sign of desperation, and raises the question of when the military might begin to doubt Mr. Mubarak’s viability. The tipping point could come, analysts believe, if the military is ordered to fire on demonstrators in any large numbers. It is one thing to protect government buildings from looters, but something else to tarnish the reputation of the army by killing citizens, they said.
“If the military fires on civilians after demonstrations that are clearly popular, that will imperil the standing of the military, its integrity,” said Samer Shehata, a professor of Arab politics at Georgetown University. “This time the institution’s future is at risk.”
De momento, el Ejército continúa limitándose a la vigilancia de los edificios públicos, incluido el Museo Egipcio.
Al igual que ayer, la mejor forma de seguir la rebelión egipcia es Al Jazeera.

Por Alá, y por Alí, sobrino de Mahoma













La historia más absurda jamás contada


Por Diego de la Fuente

Soy un ateo convencido. No agnóstico, sino ateo. Niego la existencia de dios. Qué barbaridad, ¿cómo puedes negar la existencia de dios? Demuéstramelo. Parafraseando al gran Richard Dawkins en su legendaria charla de TED de 2002,respondo: no me corresponde a mí demostrar la no-existencia de dios. Sois vosotros, los creyentes, los que tenéis que probar que dios efectivamente existe.

 Personalmente, yo también niego la existencia de los unicornios, de los centauros y de los concejales de urbanismo honrados. Dios es simplemente una cosa más en la que no creo. Por qué no, yo podría defender la existencia de una cafetera orbitando alrededor de Marte, fundar una religión en torno a eso, acusar de hereje a todo aquél que lo niegue, y además pedirle que justifique esa no creencia con algún tipo de prueba so pena de quemarle en la hoguera. Es curioso que lo de la cafetera sideral le resulte un despropósito a cualquiera con dos dedos de frente, y lo de la religión no.

Conozco a unos cuantos eminentes científicos e ingenieros que además son profundamente religiosos. Gente que sabe de la eficiencia del método científico y que le confían a ese método la construcción de aviones, barcos y puentes de los que dependen vidas humanas. Y nunca les falla. Lo sorprendente es que esa misma gente luego trague con las inmensas ruedas de molinos de los dogmas religiosos.

Si yo le digo a un físico teórico que he construido una máquina que contradice cualquiera de los principios de la termodinámica, me dirá que es imposible, me lo demostrará en un papel, y ni siquiera me dará la oportunidad de enseñarle mi diseño. Sin embargo si ese físico teórico es además católico en algún momento habrá tenido que tragar y asumir como ciertas cosas como que Jesús de Nazaret nació de una virgen, que hizo milagros que contradecían a la vez varios principios de la termodinámica y que resucitó y ascendió a los cielos, entre otras perlas.

Me sorprende tanto rigor para unas cosas y tan poco para otras. Tan meticulosos en unas cosas y tan relajados y permisivos en otras. Sobre todo cuando unas cosas y otras son contradictorias, porque la multiplicación de los panes y los peces y la ley de conservación de la masa no parecen, así a primera vista, demasiado compatibles. Al principio pensaba que estos científicos creyentes eran capaces de distinguir entre mito y realidad, pero me temo que estaba profundamente equivocado.

Un creyente no piensa que su religión es un mito. Yo sí que pienso que su religión es un mito, pero ellos no, porque creen en ella. Creo que es muy importante poder distinguir entre mito, parábola y realidad. Poder discernir entre hecho histórico contrastado, ley física probada empíricamente y personaje mitológico más o menos inventado con el objetivo de contar una historieta con moraleja. Se pueden extraer buenos hábitos y buenas enseñanzas de las religiones, incluso sin ser creyente. También se pueden extraer buenas enseñanzas de la trilogía de El Señor de los Anillos, y sin embargo saber que lo que se cuenta ahí realmente no sucedió. Si esto se toma demasiado en serio, se corre el peligro de que alguien llegue a creer de verdad que Gandalf fue un personaje histórico, que Sam, el hobbit, derrotó heroicamente a una araña gigante en la legendaria batalla de Torech Ungol durante su peregrinación anual a Módor, y acabar vendiendo estampitas conmemorando los triunfos de Sam, el hobbit, frente al reino de los artrópodos.

Hace no mucho que regresé de un viaje por Siria y Líbano, los dos países que me quedaban por conocer de Oriente Medio. Hay algo de esa zona del mundo que me atrae enormemente. Posiblemente el mar de contradicciones en el que viven todos y cada uno de sus habitantes. Unas contradicciones que resultarían muy divertidas de no ser por las demoledoras consecuencias políticas y sociales que están teniendo en la zona.
Hay 2 tipos de musulmanes en este mundo: los suníes, que representan al 90% del Islam y los chiíes que son el otro 10%. La principal diferencia entre ambos radica en un sobrino de Mahoma llamado Alí. Los chiíes creían que Alí era el sucesor legítimo de Mahoma, y los suníes no. ¿Ah, no? Pues me escindo. Y ya no te adjunto en Facebook.

Desde el año 632 en el que sucedió esto hasta la fecha, no sólo no se han puesto de acuerdo, sino que se han ido distanciando cada vez más hasta el punto de haber provocado guerras por un “quítame de aquí a este sobrino”. Muy parecido a la rivalidad entre el Frente Judáico Popular y el Frente Popular de Judea de La Vida de Brian, pero en macabro. En 1948, la ONU metió con calzador al estado de Israel en lo que los británicos conocían como Palestina. En una especie de Principio de Arquímedes religioso, la entrada de los judíos desplazó a los palestinos (musulmanes suníes en su totalidad) fuera de su recipiente, y muchos de ellos fueron a caer a la cacerola del Líbano. Allí se encontraron con unos simpáticos falangistas cristianos y se lió la de dios es cristo (nunca mejor dicho) desencadenando la guerra civil del Líbano (1975-1990). Moros contra cristianos. Sólo hacía falta soltar una vaquilla por el pueblo. Y esa vaquilla se llamó Israel, que aprovechó la confusión para meter unos pocos tanques en su país vecino con la excusa de ayudar a los cristianos.

No es que los judíos se hayan llevado históricamente bien con los cristianos (fueron los judíos los que condenaron a Jesucristo a la cruz e hicieron rico a Mel Gibson), pero entre cristianos y palestinos, la verdad, no parecía haber mucho color. ¿Y los chiíes? Pues ahí está lo sorprendente: en lugar de tomar partido por los suníes (musulmanes como ellos, al fin y al cabo), salieron a la calle a jalear la entrada de los tanques Israelíes, simplemente porque iban a apoyar a los cristianos que iban en contra de los suníes. Están locos estos asirios. Estos mismos chiíes son los que en la actualidad forman Hezbolá, una ONG de carácter ecologista que recoge escombros del Líbano, los mete en un cohete y se los lanza al país vecino para que los recicle. Y vive dios que los reciclan. Los reciclan y los devuelven multiplicados por mil.

Hay una mezquita impresionante en la ciudad vieja de Damasco, la mezquita omeya (los omeyas fueron precisamente los que se cargaron a aquel famoso sobrino de Mahoma, Alí, al que siguen los chiíes). Al lado de esa mezquita hay varios carteles en los que sale Bashar Al-Assad (el cacique local Sirio y posiblemente el tipo más fotografiado del planeta) abrazando a Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbolah, chií de pro, y por lo tanto seguidor acérrimo de Alí, al que, repito, se cargaron precisamente los omeyas. Es como si en la plaza de San Pedro hubiese una foto del Papa jugando al parchís con Lutero. Hemos perdido el norte.

Y no se puede decir que al otro lado del río Jordán estén mucho mejor de la cabeza. Es probable que no sea un hecho demasiado conocido, pero cuando David Ben Gurión fundó el estado de Israel en 1948 con el beneplácito de la ONU, encontró sus más rebeldes opositores en…los judíos ortodoxos. ¿Por qué? Siéntense que ésta es de traca. Según la versión de El Señor de los Anillos de los judíos, el estado de Israel se debe refundar sólo después de la llegada del mesías. ¿Y cómo nos enteraremos de la llegada del mesías? Pues muy sencillo: cuando llegue el mesías, se levantarán los muertos que hay enterrados en el Monte de los Olivos (actualmente un cementerio judío), que tras lavarse los dientes entrarán en Jerusalén por la Puerta Dorada, arrasarán la ciudad y, junto con el mesías, reconstruirán el Templo de David donde ahora mismo hay una mezquita refundando así el estado de Israel. Y no ahora, Ben Gurión, que no te enteras. Manda huevos. Con lo sencillo que sería que el mesías se apareciese en Twitter anunciando su buena nueva.

 Lo cachondo es que los árabes se han tomado en serio esta majadería y, no se lo pierdan, han tapiado la Puerta Dorada de Jerusalén, porque oye, con el jet-lag que van a tener los muertos cuando se levanten, no creo que se pongan a trepar muros. Eso y construir un cementerio árabe al lado del Monte de los Olivos, que muy mal se nos tiene que dar para que llegue el salvador, despierte a los muertos judíos y deje a los árabes durmiendo. Desde luego, cuando llegue el mesías en cuestión, se va a montar la de Puerto Hurraco. En versión zombi. Esto y sólo esto (su oposición a la formación del estado de Israel en el 48) es la razón por la que los ortodoxos son los únicos judíos Israelíes que están exentos de hacer la mili, y que, además, reciben una subvención del estado por pasarse la vida golpeándose la cabeza contra un muro. Hay un estado que paga a sus ciudadanos para que se den cabezazos contra un muro mientras esperan la rebelión de los zombis. Muy fuerte.

Estos chiflados, que resultarían entrañables encerrados en cualquier manicomio, son los responsables de decenas de miles de muertos que se ha cobrado conflicto de Israel con Palestina y que dura ya más de 60 años. Estos tipos se llevan pegando tanto tiempo básicamente por culpa de una piedra. Una piedra que, según El Señor de los Anillos judío, fue donde Abraham intentó sacrificar a su único hijo Isaac como prueba de fe hacia dios, y donde un arcángel sin identificar (sospecho del Juez Garzón) le paró la mano y le puso un cordero donde antes estaba Isaac, porque oye, el caso era matar algo, y es de muy mala educación dejar a Abraham con el hacha en la mano. Encima de esa piedra Salomón construyó su templo, Nabuconodosor lo destruyó y David lo recalificó para que finalmente fueran los romanos los que pusiesen fin a tanta locura especulatoria.

Ya es mala suerte que esa misma piedra figure en El Señor de los Anillos islámico como el sitio en el que Mahoma ascendió a los cielos. La misma piedra, no la de al lado. Así que los árabes aprovecharon su paso por la zona para construir una templo islámico encima de la piedra en cuestión y lo rodearon de la famosa esplanada de las mezquitas, de forma que en la actualidad los musulmanes rezan justo encima de donde los judíos se golpean la cabeza. Y todo eso con el beneplácito de la comunidad internacional. Yo personalmente soy partidario de poner esa piedra en órbita y mandarlos a todos a pegarse por ella a la Estación Espacial Internacional.

La religión es una herramienta inventada por el hombre, y que en su día servía para morir más tranquilos, explicar lo inexplicable y dotarnos de cierta transcendencia. La humanidad ha ido evolucionando y la religión no. Su papel se ha ido reduciendo gracias al avance de la ciencia y aunque sigue siendo una herramienta útil para mucha gente hay que saber acotarla para que no se convierta en un boomerang y te acabe partiendo una ceja. Hay que educar muy bien a la gente en las artes profanas y tener mucho cuidado con lo que se cuenta sobre las religiones, porque es muy fácil mezclar a Jesucristo con los elfos, pensar que Gandalf es tan real como Sócrates o Julio César y estropear una sociedad entera cuya única obsesión será encontrar el anillo de poder y llevarlo a Mórdor para destruirlo.